Como volver a enfocar objetivamente las problemáticas organizativas

 

Si no se enfoca bien la fotografía sale mal.

Una gran foto es aquella que está enfocada y que tiene un sentido potente y transmite una idea al que la mira, pero si el fotógrafo no enfoca bien el objetivo de la cámara esa gran foto en potencia no quedará bien.

Enfocar objetivamente cuando hay una crisis también es un requisito imprescindible para realizar un diagnóstico acertado, trazar un plan de acción y ejecutarlo para transformar la situación problemática en una nueva gran foto para abrir nuevas oportunidades.

 

La objetividad debe ser un activo inmaterial valioso.

 

La cualidad de ser imparcial debería aplicarse ante las decisiones importantes, si cabe con mayor hincapié en situaciones complicadas en el entorno corporativo. Aunque lograr la objetividad total parece algo inalcanzable para las personas, ya que nuestro bagaje y experiencia previos marcan un factor importante a la hora de valorar la realidad. Pero la objetividad es un requisito indispensable para tomar decisiones estratégicas máxime en esta época de intensa competencia y necesidad continua de cambiar y adaptarse.

Así ser objetivo debería estar presente al realizar un diagnóstico, para que esté libre de presiones internas en una empresa, para que se centre en el interés general de la organización y su crecimiento sostenible.

Otro factor que tomar en cuenta es el exceso de información disponible. La proliferación de noticias en canales audiovisuales convencionales o por internet contribuye a que nuestra percepción sea que cada día hay algo nuevo por conocer, analizar o aprender. Este hábito de consulta diaria con el deseo de estar bien informados propicia que a nivel profesional también se replique esta consulta continua para mantenerse preparado. Sin embargo, esta búsqueda de la excelencia en diversas funciones empresariales nos puede poner en una situación de angustia permanente. ¿Cuántas veces has escuchado a un directivo que no llegaba a todo lo que quería desempeñar? Muchos directivos son conscientes de que es muy difícil lograr expertise en cada área del trabajo. Pero además de la especialización requerida, el entorno tan competitivo obliga a estar lo más alerta posible para identificar las señales. Esos signos que indican cuando es necesario cambiar la rutina de la gestión diaria y para identificarlos se necesita tiempo para permitir un enfoque más global, como puede ocurrir en la fotografía con un gran angular que nos permita ver qué cambio es necesario para obtener éxito.

 

¿Como salir de esta situación de estrés?

 

En una economía de la objetivad, en búsqueda de ventajas competitivas y mayor rentabilidad, faltaría dejar espacios de gestión para especialistas en solucionar problemáticas. Espacios limitados en el tiempo, pasando de un “servicio por tiempo” a un “servicio por objetivo”, un servicio enfocado a conseguir resultados a corto plazo porque la empresa necesita adaptarse de forma ágil. Un cambio de estilo de management para alcanzar nuevas etapas críticas.

En este sistema de la objetividad, los responsables de RRHH considerarán que será natural seleccionar talentos por proyectos o casuísticas extraordinarias, que requieren expertos para transformar las organizaciones.

 

¿Como hacer que esta transformación se materialice?

 

Una nueva era de managers de transición, interim managers, se está instaurando en España. Son profesionales altamente cualificados que se apasionan por el proyecto a desarrollar, desde su (re-)enfoque hasta su implementación exitosa. Son ejecutivos de misiones en situaciones complejas con potentes habilidades tanto técnicas como interpersonales. Implementan las condiciones humanas de la confianza y del éxito colectivo, identificando el personal más dispuesto al cambio, valorando su voluntad de transformar la organización y motivando a los grupos de trabajo que sirven para difundir un cambio de mentalidades (propuesta de valor, iniciativas internas…) para mejorar las prácticas empresariales. Son resilientes y comprometidos para generar la adhesión colectiva al proyecto.

Mientras tanto, nos queda por desarrollar en las pymes – y a veces en las empresas más grandes – la objetividad en situaciones decisivas, para considerar ayuda externa antes de llegar al momento más intenso en una transición organizativa, antes de evaluar los resultados alcanzados.

Recogiendo la comparación inicial con la fotografía, para asegurar buenas fotos, de esas que te provocan una reacción al mirarlas, necesitas un fotógrafo experto, que sepa enfocar y sobre todo que haya disparado su cámara miles de veces y tenga muy claro el objetivo. Así al igual que el interim manager, que sea un profesional curtido que es la mejor herramienta para conseguir una foto extraordinaria, un resultado extraordinario.

¿En qué situación es idóneo recurrir a un profesional externo para enfocar con objetividad un proyecto crítico?